willermoz_inventaire_sommaire.pdf |
Navegando hallé en un blog francés el catálogo resumido de los manuscritos del Fondo Willermoz de la Biblioteca Municipal de Lyon. Lo podéis examinar abajo en el archivo descargable. Me pareció muy interesante.
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Hace ya algunos años había comenzado con un modesto blog, pero quería compartir detalles, imágenes y mi colección de "cosas", por lo cual hace 3 años mude el blog a la versión actual, mucho más versátil y con mejores servicios. Después de 3 años y algo más de 2000 visitantes siento que aún queda mucho por hacer, sobre todo en lo doctrinal y sobre la historia del RER. Espero que cumpla con su cometido y que los hermanos hallen algún detalle, pensamiento o texto útil para su día a día. Momento de recogimiento y reflexión especialmente importante para los francmasones cristianos practicantes del Rito Escocés Rectificado en todo el mundo. La muerte y resurrección están patentes a lo largo del camino del hermano rectificado. Os deseo a todos una fructífera e intensa jornada en vuestro fuero interior. Como es costumbre en nuestra obediencia, anualmente se celebra el Convento que reune representantes de todas las logias de nuestra Federación. Dos de nuestros hermanos han estado en Paris y el pasado fin de semana ha sido elegido como nuevo Gran Maestro el hermano René Doux tal y como publica el conocido blog GADLU.INFO.
Es de destacar que el nuevo Gran Maestro es practicante del Rito Escocés Rectificado, el rito oficial de la obediencia, y que es a su vez practicado por la mayoría de las logias de la GLTSO y por 2/3 partes de los hermanos aproximadamente. Deseamos a nuestro hermano la fortaleza y sabiduría necesaria para tan complicada labor. Como ya es habitual en Barcelona cada 23 de abril, día de San Jorge (Sant Jordi), las calles se inundan con una importante cantidad de paradas o puestos de libros a la venta. La costumbre normalmente es que cada hombre regala a su esposa, novia... una rosa (usualmente roja) y ya desde hace años se acostumbra a que ellas obsequian un libro.
Un grupo de hermanos del templo de la Calle Mallorca en combinación con editoriales masónicas y editoriales del extranjero, así como con la colaboración de algún fondo editorial obedencial, han decidido poner un puesto de libros a la altura del 125 de la mencionada calle. Me han enviado este enlace con un blog publicitario. Me parece muy interesante porque además cuenta con la colaboración de la editorial masonica.es, lo cual seguramente garantizará una buena y variada lectura. Espero que sea una idea exitosa, personalmente pasaré por ahí un momento para ver que puedo pescar. ¡Feliz Navidad a todos! Algo tarde pero oportuno dada la peculiar fecha de hoy, os deseo lo mejor en este día de San Esteban. Esteban fue uno de los 7 primeros diáconos nombrados por los apóstoles para difundir la nueva Fe. Considerado el primer mártir o testigo de Fe del cristianismo (siglo I). constituye probablemente el límite hasta donde los cristianos aún convivían junto con los demás judíos como una secta más de ellos, y partir de su muerte marca el inicio del cristianismo como una Fe separada de su fuente original. Por lo demás, es destacable el hecho de que sea patrono de los talladores de piedra. Murió apedreado después de la condena del Sanedrín y sus últimas palabras fueron de perdón para sus verdugos. En Catalunya, las islas Baleares y algunas otras localidades de España es día de fiesta. Otro aspecto a destacar y que, como veremos, Ferran Iniesta supo plasmar muy bien al final de su libro, una vez hecho el recorrido por Kémit, es el aspecto relacionado con lo tangible y lo intangible, la materia y el espíritu, tierra y cielo.
Ha existido una tendencia muy generalizada, incluso en muchos ritos francmasónicos, de otorgar mayor valor a lo espiritual en detrimento de lo material, de considerar el mundo como una cárcel, un castigo que debemos superar para recibir el beneficio de una vida eterna en el cielo, y justo en éste -entre otros aspectos- es que se halla la clave del éxito del cristianismo en el decadente Egipto. Kémit (no el decadente Egipto) era el equilibrio (Maat), la paz y la coexistencia de lo espiritual y lo material. Durante milenios el hombre había cuidado ambos aspectos por ser parte de la Creación. Ambos aspectos son uno solo, expresión de aquel principio que recibió múltiples nombres y que aborda muy bien en la primera mitad del libro y que, al final, deviene en el más conocido por los occidentales como Thot, el Hermes griego, el Mercurio romano, el mismo que aparece en las pértigas de algunos oficiales de logia (según el rito), a veces solo representado por una paloma o por unas alas. Durante la decadencia y etapa final, Alejandrina, de lo que quedaba del antiguo Kémit, surgió una nueva clase de personas, los cristianos. El cristianismo tuvo inicialmente éxito en el decadente Egipto debido a varios aspectos, pero la vida más allá de la muerte podría ser clave en ello. Su éxito se vió limitado siglos después por la entrada del Islam. Todo el proceso descrito en su libro nos lleva al final a una terrible conclusión. Que la Iniciación no es la última y más excelsa de las posibilidades del Hombre, es más bien fruto de la caida del mismo. La necesidad de Iniciar en los Misterios por haber perdido la Humanidad el contacto con lo divino tal y como fue al principio. Ello apunta a que la Iniciación termina siendo una figura de la decadencia, una necesaria herramienta cuando se ha perdido la verdadera palabra. ThotHermes Thot, Hermes Trismegisto o tres veces grande. Para todos los actuales picapedreros estos nombres tienen o cobran cierto sentido, más para los del REAyA, el más pitagórico y hermético de los ritos, pero incluso para la inmensa mayoría de los hermanos.
La razón del título del último libro de Ferran Iniesta solo puede comprenderse en su auténtica dimensión (la de su autor claro está)....leyendo el libro. Sin embargo, podemos resumir que «Thot» sirve de lazo o vínculo entre un ahora y un pasado pérdido, del cual tan solo nos llega un lejano aroma que muy pocos han tenido la capacidad de oler. Cuando, como en el caso de muchos, tenía el concepto de que el Hermetismo (de alguna manera mi escuela original) era lo máximo que existía de tradicional en Occidente, su escaso conocimiento y mis reflexiones sobre ello me llevaron -curiosamente- a Jesucristo Nuestro Señor. El camino a ello sería largo de explicar y por ello lo dejo aquí. Pero, en la búsqueda de lo más cercano a la auténtica Tradición de occidente, llegué al RER, luego llegué Ferran (aunque inicialmente llegué al RER por Ferran) y ahora -por ende- llegué a Kémit!!!! Ferran se atreve mucho con este último libro, pero con argumentos y referencias muy válidas logra llevarnos por la vía de «la tierra negra» hasta Cristo Nuestro Señor. Pero, lo más importante de todo, es que nos revela la decadencia que representa la «Vía Iniciática» (como la llamaba Guénon), cuando el Hombre perdió su Condición Original, cuando en tiempos antiguos vivía según Dios, no había necesidad de crear escuelas inciáticas para preservar este conocimiento "reservado para pocos". Para pocos porque el Conocimiento de Dios se perdió, el Hombre se alejó de Dios progresivamente y solo unos pocos, aquí y allá, intentaban mantener viva la llama de ese conocimiento. Mediante ceremonias, bajo el velo de las alegorías y los símbolos, los que tuvieran el "entendimiento" lo hallarían. Guénon afirmaba que en Oriente no se distinguía entre esoterismo y exoterismo, no hacía falta ya que la vivencia diaria abarcaba lo profano y lo sagrado, lo terrenal y lo celestial, el Todo era viva expresión en lo cotidiano, en el trabajo, en la siembra, en la cosecha, en la relación con los demás y con lo Divino. En occidente, con la prevalencia de la visión dualista, paraiso-infierno, bien y mal, blanco y negro, surgió el fin de esta «experiencia vital», sobrevino la eterna dicotomía, el vaivén entre dos polos. Aún así, la francmasonería nos enseña la manera de superarlo, de estar más allá de ello. El ejemplo lo vemos -aunque no exclusivamente- en el REAyA. Cuando buscamos al hermano siempre le hallamos «entre columnas». Pero, ¿cuál es la misión de todo buen maestro masón?. Aprender a superar el dualismo, estar más allá de la dualidad, ha de superar esta eterna dicotomía y pasar por arriba (Maat) y más que el equilibrio, hallar la dilución de la dualidad, unica manera de lograr sus nefastos efectos. Es por ello que, en grado de Maestro (en el REAyA) las columnas carecen de sentido. Aún así -y más allá- en el RER, en mi particular forma de ver las cosas: la mejor forma de vivir esta Tradición en occidente, las columnas ni siquiera existen, no las usamos. Están en el tapiz. La razón es la misma por la cual las paredes no tienen cortinajes ni color alguno porque...no existen. Pero no diré más sobre ello, salvo que, un hermano rectificado siempre se hallará entre la escuadra y el compás (tierra y cielo). Esto se entiende mejor cuando vemos a un candidato haciendo el juramento. Pero, ¿no parece ello una contradicción?. En absoluto. No se halla entre la escuadra (abajo) y el compás (sobre su Corazón) por mantenerse en esa dicotomía, en el dualismo. Al contrario, se le enseña su lugar en este mundo y que, mediante la vía del RER, logrará superar dicho dualismo ya que, como se entiende en otros grados, el juramento adquiere otra dimensión e implica dejar atrás ciertas condiciones. No podemos ir más allá en éste ámbito por razones obvias. Inicialmente dudaba si abordar este tema, sin embargo, después de releer las últimas páginas del libro no me quedó duda alguna, habría que compartir el producto de muchos años de trabajo, no de un solo hombre, sino de una razonable cantidad de auténticos conocedores de las Tradiciones africanas (y alguna que otra no africana).
Ciertamente ha sido Ferran Iniesta i Vernet quien lo publicó, compartió el resultado de años de estudios, de investigación y -lo más importante- de silenciosa reflexión. Pero -y el mismo lo tiene claro- nada de ésto hubiera sido posible sin el conjunto de conocedores que halló en su periplo, sin las experiencias personales e íntimas que le prepararon para entender en profundidad los hechos y sus repercusiones. Podemos decir, como algunos afirman, que El Planeta Negro es el libro que le dió a conocer en un submundo (desde el punto de vista occidental) poco interesante para una amplia mayoría, al fin y al cabo ¿qué hay en Africa que le pueda interesar a la inmensa mayoría de los occidentales? Aún así, sea por accidente histórico (exilio y trabajo), por vocación (como historiador) o por intuición (su peculiar sensibilidad), Ferran se dedicó al continente negro y evitó tocar Africa del norte (menos negra) y el extremo sur (Sudáfrica). Se dedicó al Africa subsahariana, al Africa negra, a la parte menos documentada y que menos ha llamado la atención a la gran masa de historiadores. Curiosamente, como aquella piedra que los canteros desecharon, logró hallar una mina de oro en aquello que los demás desdeñaban. Descubrió tradiciones vivas aún sin desaparecer, pistas sobre otras desaparecidas y sobre todo, se halló a sí mismo. El Africa negra, cuna de la Humanidad, origen del ADN mitocondrial que compartimos todos (la famosa Eva mitocondrial de Africa oriental), le dió forma a este filólogo-historiador, le condujo ante las puertas de su propio descubrimiento como parte del Todo y a la vez partícula finita y de corta existencia. Le condujo ante sus propias opciones más (¿europeas?, ¿occidentales?) cercanas y exploró -a su manera- una Tradición centenaria que le llevaría (paradojicamente, para un hombre originalmente de izquierdas) a Jesucristo Nuestro Señor. Puesto en ello y, ya con un recorrido y un peso en ese particular mundo, volvió (con otra mirada) a su Africa querida y produjo dos obras importantes, la penúltima (la de un Ferran muchos más maduro) y como 2ª parte de El Planeta Negro: El Pensamiento Tradicional Africano. Regreso al Planeta Negro, como complemento a una primera parte un tanto académica, y mi favorita: Thot. Pensamiento y Poder en el Egipto Faraónico. Sobre el nuevo libro de Jean-Marc Vivenza. Ofrezco aquí un extracto del artículo publicado por Jean-Marc Vivenza en su Blog, en relación a su último libro "Louis-Claude de Saint Martin y los Angeles" en el cual ofrece una visión muy distinta a la comunmente conocida. Pido perdón por la calidad de la traducción y espero vuestra comprensión, no es mi fuerte. He dejado la traducción hasta el punto importante, el resto del artículo lo tenéis en su idioma original si deseáis ir más allá. Pero tan solo el planteamiento de Vivenza sobre nuestra relación con los ángeles ya aporta mucho en que pensar. Abordar el tema de la relación de Louis-Claude de san-Martin (1743-1803) con los ángeles, es una de los más interesantes y más apasionantes que existan. En efecto, el lugar de los espíritus angélicos en el seno de la vía espiritual e iniciática es fundamental, lo mismo que su ministerio, su función y su papel. Sin embargo este lugar y este «ministerio» auténtico quedan, en realidad, mal definidos, impreciso. Imaginamos tener algunas ideas claras sobre el tema mientras que nos son profundamente desconocidos los elementos reales en relación a los ángeles, particularmente para todo aquello relativo a los seres celestes en los que pensaba el Filósofo Desconocido, es en general absoluta y profundamente ignorado. Saint Martin, quien desde el principio de su camino iniciático fue puesto en contacto con los ángeles, se distinguió por un análisis original que le llevó, no sólo a apartarse rápidamente de las prácticas externas aprendidas en su primera iniciación en Burdeos, que cualificaba «de vía incompleta y peligrosa», pero además, y sobre todo, le llevó a proponer una reflexión absolutamente original que daría a conocer las verdades nuevas que enriquecerían notablemente todo lo que se había dicho y afirmado sobre el tema de las criaturas celestes y su relación con el hombre. I. Sobre el rechazo de los elegidos coëns respecto la nueva relación con los espíritus celestes. Así, no contento de romper con los ritos externos de una teúrgia nacida de fuentes mágicas impuras, una teúrgia que denunciará con un vigor extraordinario juzgando sus métodos como «imprudentes», «inútiles y plenos de peligros», considerándola no sólo como totalmente ineficaz para «operar» la reconciliación del hombre, sino además que podría conducir directamente al alma que se deja llevar hasta las regiones tenebrosas, esclavizándola bajo potencias inferiores, San-Martin que abandonará las prácticas teúrgicas, propondrá una novedosa angeología y, como consecuencia inmediata, un nuevo modo espiritual en la relación del hombre con los espíritus celestes." Saint-Martin juzgaba que su "antigua escuela", es decir la de Martinès de Pasqually, era por cierto incapaz de curar los males del hombre, pero, peor todavía, incluso servía para aumentarlos. En efecto, en su análisis crítico sobre las prácticas de los elegidos coëns, Saint-Martin no se limitará en sus reproches más severos hacia una iniciación que designaba como «presa de las formas» tristemente dependiente de ceremonias exteriores, llegando a juzgar que su «antigua escuela», es decir la enseñada por Martinès de Pasqually (1774), por cierto, no tenía poder para curar los males sufrido por el hombre, mas peor todavía, incluso servía para aumentarlos: «Ces établissements (mon ancienne école ou à une autre) servent quelquefois à mitiger les maux de l'homme, plus souvent à les augmenter, et jamais à les guérir…. ceux qui y enseignent ne le font qu'en montrant des faits merveilleux ou en exigeant la soumission.» II. El espíritu «buen compañero» Es por eso que, más allá de su crítica sobre los medios groseros empleados por los elegidos coëns para acercarse al Cielo queriendo someter y forzar a los ángeles, Saint-Martin, que había percibido la importancia de este tema, estudió con atención la cuestión de los espíritus angélicos en varias de sus obras, y por otra parte, uno de sus pensamientos más confortantes está en la relación directa con la presencia a nuestro lado de nuestro «amigo fiel», llamado «espíritu buen compañero» con cual es posible trabajar, ya que en efecto, el ángel de la guarda será asimilado al amigo fiel según Saint-Martin, será «el ángel buen compañero», el ángel consejero, el confidente, el protector y el apoyo, el que, por la presencia dulce que mantiene a nuestros lado, es una garantía de la purificación de nuestro corazón. Pero si esta presencia cercana a nosotros del espíritu buen compañero es un provisión valiosa, una ayuda caritativa, un guía importante, la verdad, sin embargo, es a menudo ignorada por los lectores de Saint-Martin, verdad que por tanto sólo nosotros daremos a entender y es la que constituye, en su totalidad la originalidad del pensamiento del Filósofo Desconocido, así como su gran diferencia con la enseñanza de Martinès de Pasqually. Es también uno de los puntos menos comprendidos de la concepción de Saint-Martin, porque derriba casi totalmente, en cierta medida, la idea acostumbrada y corriente que se tiene sobre la relación del hombre con los ángeles ya que, y es éste un elemento esencial, Saint-Martin nos revela que el ángel buen compañero, nuestro guardián fiel, depende totalmente de nosotros para poder probar los efectos del sol eterno, depende del alma para acceder a la vida divina de la que está alejado debido a su ministerio junto a la humanidad. III. No toca al hombre rogar a los ángeles De hecho, lo que realmente impulsó a Saint-Martin, lo que le convencerá y poco después a sus íntimos, a alejarse de las ceremonias teúrgicas, es que en realidad los ángeles, que son poderosos recursos para los fines de sus ocupaciones, nos necesitan en el objeto único de la búsqueda iniciática, a saber el conocimiento de Dios por la oración.
En lo que insistía Saint-Martin, es que no nos es propio «rogar» a los ángeles para que nos den a conocer a Dios, sino a ellos de pedírnoslo porque tenemos que instruirlos ya que el hombre, por el Hijo, puede hoy acercarse al Padre en su naturaleza; digo esto por qué, así como lo recordará magníficamente San Juan de La Cruz (1591), es en el corazón del hombre que Dios tiene su estancia: «Dios reside sustancialmente en el alma, en este santuario donde ni el ángel ni el demonio pueden penetrar.» Es exactamente lo que dice admirablemente Saint-Martin en un pasaje del Ministerio del hombre-espíritu: «Los ángeles conocen al Padre sólo en el Hijo. No lo conocen en él mismo, ni en la naturaleza...» |
AutorSoy francmasón cristiano, iniciado en el REAA hace más de 26 años y rectificado de acuerdo a los usos del Rito Escocés Rectificado. Miembro de la Resp.·.Log.·. Montsalvat Nº 203 (Barcelona) de la GLTSO. Archivos
Septiembre 2015
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