Ciertamente ha sido Ferran Iniesta i Vernet quien lo publicó, compartió el resultado de años de estudios, de investigación y -lo más importante- de silenciosa reflexión. Pero -y el mismo lo tiene claro- nada de ésto hubiera sido posible sin el conjunto de conocedores que halló en su periplo, sin las experiencias personales e íntimas que le prepararon para entender en profundidad los hechos y sus repercusiones.
Podemos decir, como algunos afirman, que El Planeta Negro es el libro que le dió a conocer en un submundo (desde el punto de vista occidental) poco interesante para una amplia mayoría, al fin y al cabo ¿qué hay en Africa que le pueda interesar a la inmensa mayoría de los occidentales?
Aún así, sea por accidente histórico (exilio y trabajo), por vocación (como historiador) o por intuición (su peculiar sensibilidad), Ferran se dedicó al continente negro y evitó tocar Africa del norte (menos negra) y el extremo sur (Sudáfrica). Se dedicó al Africa subsahariana, al Africa negra, a la parte menos documentada y que menos ha llamado la atención a la gran masa de historiadores.
Curiosamente, como aquella piedra que los canteros desecharon, logró hallar una mina de oro en aquello que los demás desdeñaban. Descubrió tradiciones vivas aún sin desaparecer, pistas sobre otras desaparecidas y sobre todo, se halló a sí mismo.
El Africa negra, cuna de la Humanidad, origen del ADN mitocondrial que compartimos todos (la famosa Eva mitocondrial de Africa oriental), le dió forma a este filólogo-historiador, le condujo ante las puertas de su propio descubrimiento como parte del Todo y a la vez partícula finita y de corta existencia. Le condujo ante sus propias opciones más (¿europeas?, ¿occidentales?) cercanas y exploró -a su manera- una Tradición centenaria que le llevaría (paradojicamente, para un hombre originalmente de izquierdas) a Jesucristo Nuestro Señor.
Puesto en ello y, ya con un recorrido y un peso en ese particular mundo, volvió (con otra mirada) a su Africa querida y produjo dos obras importantes, la penúltima (la de un Ferran muchos más maduro) y como 2ª parte de El Planeta Negro: El Pensamiento Tradicional Africano. Regreso al Planeta Negro, como complemento a una primera parte un tanto académica, y mi favorita: Thot. Pensamiento y Poder en el Egipto Faraónico.