Han sido 3-4 largos años durante los cuales nuestros hermanos argentinos han trabajado sin descansar, perseverando y con mucha esperanza. Ha sido para todos los hermanos de TAU Nº 2 todo un evento en el cual nos hemos involucrado emocionalmente y con gran alegría. Aprovechamos la presencia de nuestros hermanos argentinos para llevar a cabo, tanto la Iniciación de un nuevo aprendiz de TAU, como el pase de un aprendiz de "Cruz del Sur", y de esta manera reforzar la experiencia de nuestros hermanos porteños en cada una de las ceremonias. Nada mejor para fijar en la memoria que la práctica.
Compartimos la velada con hermanos de otras obediencias y ritos, quienes disfrutaron y compartieron con nosotros.
La consolidación y el crecimiento del GPDH es un proceso lento y no exento de dificultades. La rápida diseminación del rito es imposible dada las características del mismo. Implica un grado de compromiso pocas veces visto, y cualquier intento por su rápida propagación solo resulta en vanos gestos para llenarse de tibios y bienintencionados hermanos que, en el mejor de los casos no llegan a comprender la trascendencia del mismo, o sucumben ante sus propias vacilaciones y dudas. En el peor de los casos, llegan incluso a ser víctimas de sus propias ambiciones personales no satisfechas.
La experiencia nos dice que resulta siempre mejor pocos pero bien integrados que muchos y disgregados. Ya nos hemos dejado la piel en la alambrada y ahora corresponde madurar con la experiencia y con paciencia.
Gracias a todos quienes nos apoyaron y creyeron en nosotros. Como siempre ¡Bienvenidos!
VIVAT! VIVAT! VIVAT!